El disparador de este escrito, fue haber tomado contacto con la teoría del Arq. Luis de Garrido, quien sustenta una visión de habitar en lugares que propicien pensamientos de felicidad, es decir, “la arquitectura para la felicidad” (ver nota). La arquitectura como caja de resonancia de nuestros pensamientos positivos.
Históricamente, los arquitectos hemos pasado por distintas teorías que sustentaban nuestras creaciones y las aspiraciones de quienes encargaban un proyecto. Atravesamos conceptos tales como la arquitectura como “máquina para habitar”, como “objeto visual”, “elemento orgánico”, “disparador de sensaciones”. Atravesamos distintas etapas, no del todo superadas, donde prevaleció la imagen y vaciamos de contenido a la arquitectura, al considerarla como bien de consumo, exigiéndole la función de elemento de ostentación de poderío económico.
Me gusta tu pensamiento y la idea de construir para la felicidad...
ResponderEliminarAsí debería ser...
Un beso grande.
Gracias Mary, no concibo la arquitectura de otra forma, que no sea pensando en el bienestar humano.
ResponderEliminarTengo un poco abandonado este blog, ya regresaré a publicar algo nuevo.
Un beso enorme.